Este texto pretende, bebiendo en las fuentes de las Teorías de la Cultura y la Comunicación, otorgar al diseño una gran responsabilidad en el devenir de las dinámicas culturales. No se quiere seguir cohonestando más con el diseñador que asume la cómoda posición del “mercader” cultural que, sin adquirir un compromiso íntimo con los principios y parámetros que rigen su trabajo, se limita a definir geometrías, materiales y colores, “delegando” la responsabilidad de definir el sentido de su quehacer en otros actores sociales. Para ello, sin quedarse en el nivel de los planteamientos y discursos ideológicos y generales, se propone como tema la Señalética, un campo de acción específica del diseño gráfico, y como metodología, una Estrategia Básica de Diseño que, estructurada en tres etapas, Analítica, Estética y Sintética, permite operativizar tales planteamientos existiendo, si así se desea, la opción de hacer del diseño un proceso activo dentro,de la dinámica cultural y, por.ello, comprometido con un sentido o razón de ser propio del discurso cultural del cual forma parte.