En la actualidad se ha logrado identificar la necesidad de consolidar las estrategias de desarrollo en el territorio, es decir, pensar el espacio como una construcción sociocultural y económica, en donde intervienen los actores locales en la construcción del proceso para su propio bienestar. De igual manera, esto permite que la producción rural sea desplegada más allá de la individualidad de la finca y se valore integrada a procesos locales, regionales, nacionales y globales. Es así como la innovación social en la ruralidad se entiende en sentidos ambientales, económicos y culturales de acuerdo a la multifuncionalidad del territorio. Desde esta perspectiva, la economía social y solidaria se constituye en un campo de reflexión y actuación económica. A la vez que reformula el sentido del campo económico, también es una práctica donde las relaciones sociales son portadoras de significados socioculturales diferentes a la economía convencional. Mediante este espacio se busca revitalizar el trabajo humano como una construcción colectiva; se postula más entenderlo como una forma de hacer comunidad. Igualmente, es una opción para configurar experiencias económicas que apunten a dar autonomía a los sujetos que se involucran en estas organizaciones, desde la autogestión, la ayuda mutua y la creación participativa. Gobernación del Cauca